Henri Joyeux, premio internacional de Oncología (1986) por sus trabajos sobre nutrición
Tengo 72 años. Me licencié y
soy profesor de medicina en la Universidad de Montpellier, la más antigua del
mundo. Casado, tengo 6 hijos y 16 nietos. Me apasiona lo humano, y a través de
la enfermedad he conseguido aprender la salud. Me interesa divulgar cómo
permanecer con buena salud. Soy cristiano
“Dígame dónde quiere tener un cáncer y yo le ayudo”
El alimento es medicina?
Literalmente es la base de la salud física y psíquica.
¿Cómo llegó a esta conclusión?
En 1972 escribí mi tesis doctoral sobre la nutrición artificial en
enfermos terminales de cáncer. Durante quince años conseguí técnicas de
nutrición artificial (vía intravenosa) para sacar adelante a los enfermos. En
1985 esas técnicas se difundieron por todo el mundo.
Felicidades.
Durante todo ese tiempo pude observar que a mi consulta venían
pacientes que gozaban de buena salud pero padecían cáncer, y di un paso más en
la relación entre alimentación y cáncer.
Hizo estudios.
Sí, en animales. Les creé tumores con regímenes alimentarios y
comprobé como en función de las calorías, el nitrógeno, las proteínas o el
azúcar aumentaban o disminuían los tumores.
¿Qué nos enferma?
El sobrepeso aumenta el riesgo de cáncer de mama, de próstata y
linfoma. Mucho cuidado con los alimentos que contienen azúcares con un alto
índice glucémico como la pasta, que se acumulan en forma de grasa, y con los
edulcorantes que reducen las defensas inmunitarias.
¿Y estos productos están relacionados con el
cáncer?
Se sabe ya con seguridad que la combinación de azúcares, alcohol y
grasas en exceso aumenta la probabilidad de desarrollar cáncer de mama, útero o
próstata; y también consumir demasiados productos animales, es decir, carne
roja y productos lácteos de vaca.
¿Cuál es la relación entre la carne roja y el
cáncer?
En la carne roja hay ácidos grasos saturados que no son buenos para
las arterias, ni los vasos ni las hormonas, que, con demasiado colesterol,
pueden desarrollar células cancerígenas. Mejor consumir animales alados y
pescado.
También hay quien cuida su alimentación, hace
deporte y aún así desarrolla cáncer.
El cáncer no cae del cielo, no es una ruleta rusa, pero es una
enfermedad multifactorial. Entre las causas tenemos la alimentación, el estrés,
que disminuye las defensas inmunitarias, y la contaminación atmosférica.
Usted apunta otras causas polémicas como la
píldora.
La píldora es cancerígena, es oficial. Y la terapia hormonal
sustitutiva (THS) para la menopausia ha sido una catástrofe, ha aumentado en un
30% el cáncer de mama.
¿Cuál es la alternativa?
Fitoterapia, por ejemplo savia y aquilea para reducir los sofocos,
estimular los ovarios y el sistema hormonal femenino. Pero la alimentación es
la base.
¿Qué hay que entender?
Que existen alimentos que hay que eliminar y otros que hay que
promocionar. Nada de cereales azucarados ni de productos lácteos líquidos, y
más fruta fresca, frutos secos y ensaladas.
Eso ya lo decían nuestras abuelas.
Pero hoy lo sabemos con certeza: comer cada día 400 gramos de fruta
y verdura y hacer ejercicio puede reducir entre un 30% y un 40% los casos de
cáncer.
La ensalada cruda es difícil de digerir.
Así es si no se mastica lo suficiente, un mínimo de 25 veces por
bocado para que nuestras glándulas salivares fabriquen el litro y medio de
saliva que evita que el estómago sufra.
Entendido.
Hoy se consumen alimentos industriales que poseen gluten nocivo. El
pan blanco tiene el mismo índice glucémico que el azúcar blanco. Antiguamente
las espigas de trigo llegaban hasta los hombros de un adulto, hoy no pasan de
las rodillas porque están modificadas genéticamente. Hay que consumir pan
elaborado con semillas antiguas, es pan vivo.
Hágamelo más fácil.
Pan integral ecológico, y si puede ser de semillas antiguas mejor,
porque tiene más vitaminas y minerales.
Dice no a la leche de vaca y los yogures.
Y sí a la leche de oveja, de cabra, de almendra, de castaña y al
queso sin abusar.
¿Y el calcio y la osteoporosis?
El tubo digestivo absorbe el calcio animal en un 25%, pero el
calcio vegetal de la fruta y la verdura, si se mastica lo suficiente, se
absorbe en un 75%. Y lo poseen aceitunas, almendras, avellanas. Tome siempre el
huevo pasado por agua, el huevo duro tiene demasiado azufre.
Usted asocia alimentos a tipos de cáncer.
Sí, dígame dónde quiere tener un cáncer y yo le ayudo. ¿Quiere un cáncer
de colon? Pues no tome fruta ni fibra y abuse de los productos lácteos, mucha
carne roja, fume y si puede consuma también un poco de marihuana, que disminuye
la inmunidad.
El sistema inmunitario ¿es la clave?
Sí, y para evitar una recidiva hágame caso: tome mucha verdura y
mucha fruta, que sea ecológica, y legumbres no excesivamente cocidas.
¿Duras?
Mastique, sea consciente. La fibra es la base de la inmunidad, pero
si no masticas lo suficiente, si no salivas, hay hinchazón, estreñimiento y
reflujo, y luego sube a la cabeza y te sientes deprimido y el farmacéutico te
da ansiolíticos y somníferos para dormir... todo se contamina.
¿Cómo debemos cocinar los alimentos?
Al vapor suave, por debajo de los 95 grados centígrados, para
evitar la pérdida de calidad nutricional.
La alimentación es la base de la salud”, me insiste
Joyeux frente a un plato de kiwi, manzana y pera... Durante muchos años fue
cirujano oncólogo en el Instituto del Cáncer de Montpellier y profesor
universitario, pero el centro de su carrera y sus investigaciones siempre han
tratado sobre la nutrición y el cáncer. Sus ideas sobre la dieta, hoy ya más
aceptadas, hicieron de él un médico controvertido, pero sus libros y
conferencias sobre nutrición y prevención del cáncer nunca pasan inadvertidos.
Su último libro, Come bien hoy, vive mejor mañana (Planeta), es un superventas
internacional en el que relaciona alimentos con determinados tipos de cáncer y
propone dietas anticáncer.
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