Cómo poner en marcha un huerto ecológico
Cuidar la alimentación es, cada vez más, una auténtica garantía de salud. Una razón de peso para que el huerto ecológico haya ganado terreno en los últimos años. Este sistema recupera la tradición más antigua de cultivo, optando por un huerto libre de químicos. Uno que se sustenta, fundamentalmente, en jugar con las cartas que nos da la naturaleza para combatir plagas o lograr llevar a buen puerto nuestras siembras.
Gracias al huerto ecológico, es posible conseguir alimentos completamente naturales. Unos que velan no solo por aplicar la ecología a nuestros platos. También permiten disfrutar de sabores más auténticos, más plenos. Un modelo que, añadido, trae consigo otra importante ventaja: su sostenibilidad. Y es que si hay un cultivo respetuoso ese es, precisamente, el del huerto ecológico. Un auténtico mimo a la tierra y sus ciclos sin artificios ni elementos artificiales de por medio. Al más puro estilo de nuestros antepasados más lejanos.
Comprendidas sus ventajas, es importante conocer cómo arrancar un huerto ecológico. Cómo llevarlo a cabo cumpliendo con las premisas que pauta esta singular agricultura, que puede llevarse a cabo tanto en un espacio grande como en una simple mesa de huerto.
EL SUELO, CLAVE DE UN HUERTO ECOLÓGICO
El punto de partida de cualquier huerto ecológico es asegurarse de que la tierra de siembra está libre de químicos. Aunque a simple vista podamos creer que este tema es menor, es precisamente lo contrario. Garantizarnos que la tierra de cultivo está completamente limpia es imprescindible para que nuestras siembras sean eso que buscamos: completamente naturales.
Si arrancamos el huerto de cero y con una mesa de huerto urbano, no tendremos que preocuparnos por este aspecto. Nuestro sustrato de huerto será un lienzo en blanco: una tierra rica en materia orgánica de origen natural, con un pH ligeramente ácido tal y como demandan en líneas generales las plantas de huerto.
Si, por el contrario, habilitamos un espacio del jardín para el huerto ecológico tendremos que realizar tareas de limpieza. Una manera de evitar que cualquier químico que hayamos podido utilizar quede en el suelo. Pero, además, gracias a ellas eliminaremos de nuestro espacio de cultivo algo altamente nocivo para nuestra alimentación: los químicos de insecticidas y plaguicidas.
Para ello, lo ideal es eliminar una buena capa de tierra y regar la restante con agua destiladadurante algunas semanas. Gracias a esto, cualquier químico existente en el suelo se irá filtrando hacia las capas inferiores.
Con esta labor de limpieza terminada, rellenaremos la superficie con una buena capa de sustrato de huerto. Esta capa, perfectamente aireada por ser una tierra nueva, será el lugar perfecto para nuestros cultivos.
Cómo abonar el huerto ecológico
Dado el sistema de cultivo que supone el huerto ecológico, es fundamental que la tierra de cultivo sea una tierra rica. Para ello y en paralelo a preparar el terreno, es momento de añadir un abono orgánico de origen natural. Aunque este fertilizante es fundamental en suelos pobres o degradados, tampoco está de más tenerlo en un suelo nuevo.
La única precaución que hemos de tener en un huerto que arranca de cero es tomarnos con calma la siembra. Permitir que el abono penetre en condiciones es fundamental, y para ello tendremos que esperar al menos una semana con sus consiguientes riegos.
Para que el suelo se nutra convenientemente, lo ideal es añadir el abono para huerto en superficie. Nunca es recomendable añadirlo en capas inferiores, ya que su degradación puede ser incluso perjudicial para nuestras semillas o plantones. Para que cumpla su función, lo idóneo es mezclarlo a conciencia con la tierra de nuestra zona de siembra.
Así permitiremos que se oxigene y que esté lo suficientemente suelta como para albergar y alimentar nueva vida.
PLANIFICAR LOS CULTIVOS DEL HUERTO ECOLÓGICO SEGÚN LOS RECURSOS
Qué sembrar también es una de las características del huerto ecológico. Y no porque unos u otros cultivos lo sean más o menos, no. En realidad, una de las señas de identidad de este tipo de siembra es hacerlo de manera respetuosa con los medios de una determinada zona. O, lo que es lo mismo, elegir cultivos según el calendario de siembra que se amolden, sobre todo, a los recursos de agua de un determinado lugar.
Tener un huerto ecológico implica que no podemos plantar lo que queramos. Más bien, tenemos que hacer una planificación de cultivos previa a la siembra optando por aquellos que respondan a las condiciones meteorológicas de un determinado lugar. Con ello, lo que se busca es ser respetuosos con los ciclos naturales de la tierra y, de paso, con las condiciones que pone a nuestra disposición.
Además y para que nuestro huerto ecológico cumpla con su nombre, lo ideal es optar por semillas de huerto y plantas de huerto ecológicas. Garantizamos así que todos nuestros cultivos desde origen están libres de cualquier químico. Una forma de hacer, también, que nuestra alimentación lo esté.
Combatir las plagas en los cultivos de manera natural
Por la naturaleza del huerto ecológico, los insecticidas están fuera de la ecuación. Y, aunque podemos optar por algunos naturales, lo ideal es que empleemos los mecanismo de la naturaleza. Nos referimos a eliminar las plagas de manera natural utilizando plantas para ello.
Además de plantar plantas amigas del huerto con valor ornamental, como pueden ser los Tagetes o la Capuchina, también podemos apostar por las plantas aromáticas. Y es que, más allá de sus múltiples propiedades culinarias y medicinales, cuentan con otras increíbles para el control natural de plagas tan negativas para los cultivos como la mosca blanca o el pulgón.
Y, conociendo lo que implica un huerto ecológico, tan solo nos queda esperar: aguardar con paciencia que nuestros cultivos crezcan para convertirse en protagonistas de nuestros platos.
Una forma saludable y maravillosa de alimentarse siendo respetuosos con la naturaleza. ¡No se puede pedir más!
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