domingo, 27 de enero de 2019

Algunos tipos de bacterias u hongos pueden infectar al cuerpo y formar colonias en órganos o tejidos específicos;





Existen microorganismos que pueden interferir de alguna manera en el normal funcionamiento del cuerpo humano. Algunos tipos de bacterias u hongos pueden infectar al cuerpo y formar colonias en órganos o tejidos específicos; ya sabéis que los virus invaden las células sanas y provocan que éstas sinteticen más virus, matando, generalmente, a muchas células en el proceso.

En el caso de enfermedades infecciosas es importante darse cuenta de que también pueden ser causadas por parásitos, que se establecen fácilmente en los intestinos, el torrente sanguíneo o los tejidos. Así que, la primera línea de defensa propia del cuerpo contra los agentes infecciosos es impedir la entrada o el establecimiento de dichos microorganismos y estos mecanismos de protección incluyen, en primer lugar, la piel para que los bloquee, las lágrimas y la saliva para sacarlos y las secreciones estomacales y vaginales para eliminarlos, por esa razón es tan importante contra la acción de esos microorganismos invasores conservar limpia la piel, comer adecuadamente, evitar alimentos y líquidos contaminados y, en general, evitar la exposición innecesaria a las enfermedades.

La siguiente línea de defensa del cuerpo es el sistema inmunológico, a través del cual, los glóbulos blancos actúan sitiando a los invasores o produciendo anticuerpos específicos que los atacarán (o facilitarán el ataque por otros leucocitos). Si se sobrevive a la invasión, algunos de estos anticuerpos permanecen en el organismo junto con la capacidad de producir rápidamente muchos más, de este modo, en el futuro, el sistema inmunológico estará preparado para controlar ese tipo de microorganismos y será capaz de limitar o prevenir la enfermedad. Sin embargo, las enfermedades infecciosas no son la única amenaza a la salud humana, ya que las partes o sistemas del cuerpo pueden funcionar de manera inadecuada por razones meramente internas, sin embargo, algunas alteraciones en el funcionamiento de los procesos corporales se deben principalmente a genes anormales que pueden tener efectos directos, como causar hemorragias, o incrementar la susceptibilidad del cuerpo para desarrollar enfermedades particulares, como depresión mental u obstrucción de arterias.

Dichos genes pueden haberse adquirido por herencia o ser el resultado de la mutación de una o varias células durante el desarrollo de la propia persona. Puesto que el funcionamiento adecuado de un solo gen o de un par puede ser suficiente para llevar a cabo una buena función, muchas enfermedades genéticas no llegan a aparecer a menos que un gen defectuoso se herede de ambos padres quienes, por la misma razón, pueden no haber tenido síntomas de la enfermedad. Ahora bien, hay que tener presente el nivel de anormalidad que se da en las dietas de los países industrializados, que ha pasado del consumo de verduras crudas y derivados animales, al de cantidades excesivas de azúcar refinada, grasas saturadas, sal, así como de cafeína, alcohol, nicotina y otros fármacos.

El sedentarismo es otro cambio que constituye uno de los grandes peligros del estilo de vida, que fue mucho más activo en otros tiempos, así como la existencia de contaminantes ambientales, acústicos y de tensión psicológica por el tipo de vida en aglomeración, agitación y en ambientes sociales de cambios muy rápidos, por lo que cada vez cobra una mayor importancia volver a lo natural, reconciliarse con la naturaleza y despojar al cuerpo de todo aquello que lo consume. 

Angel Luis Fernández

También en la biografía de   Bey Gutiérrez





https://www.facebook.com/pages/Mi-Rinconcito/249677345063487?sk=photos_stream
                                                                                                                                   


No hay comentarios:

Publicar un comentario